Hace unos días tuve el privilegio de asistir al Taller Nacional de Prevención de Riesgos, llevado a cabo en la ciudad de Bogotá (Colombia) evento promovido por la Comunidad Económica Europea y la Comunidad Andina de Naciones , que contó con la participación especial del Dr. Allan Lavell, un destacado exponente en el tema de Prevención de Riesgos, de reconocida trayectoria internacional, quien a la vez se desempeña como Asesor Técnico Internacional de PREDECAN.
El evento que se desarrolló los días 15 y 16 de Octubre, sirvió para socializar las experiencias piloto que se llevan a cabo en: Manizales, Páez, Bogotá y Risaralda. Experiencias muy ilustrativas y posibles de ser replicadas en los países conformantes de la Comunidad Andina de Naciones por las condiciones existentes de riesgo y por la semejanza de sus geografías. En los otros países se vienen desarrollando experiencias similares con resultados parecidos, pero lo que se pretende es ampliar sus beneficios para favorecer a otras poblaciones susceptibles de sufrir los desastres por la inacción de las propias poblaciones.
Fueron dos días de conocimiento y trabajo, gracias a la interacción de quienes participamos en el evento, que se desarrolló con una excelente organización y despliegue de recursos humanos y logísticos.
Considero que lo más valioso de este Taller fueron los casos expuestos y las conclusiones a las que arrivamos gracias a los trabajos grupales realizados.
Las condiciones geográficas, naturales y climatológicas de nuestros países evidentemente incrementan los índices de vulnerabilidad y riesgos que si no son tomadas en cuenta a nivel político, institucional y intersectorialmente por quienes tenemos que ver respecto a la gestión de los riesgos. La materialización de riesgos seguirán causando tragedias con el consecuente número de víctimas y daños materiales que de sobra conocemos, gracias a los acontecimientos de Yungay(Perú) , Popayán (Colombia), y Michoacán (México) , sólo por citar algunos ejemplos.
Respecto a la prevención y gestión de los riesgos podemos decir mucho, pero sin medidas concretas, nuestros discursos sonarán vacíos. Medidas que necesariamente pasan por la decisión política de quienes tienen la responsabilidad de conducir a las poblaciones a nivel local, regional, nacional e internacional por un lado y por otro lado, del decidido compromiso de participar de las organizaciones sociales, gremiales y empresariales, sólo así estaremos en condiciones de reducir los resultados de los eventos naturales que en adelante seguiremos teniendo. Y es que no podemos predecir con certeza los sucesos y consecuencias de los fenómenos naturales, pero sí podremos mitigar sus efectos con un adecuado manejo de riesgos.
Ricardo Rivas Pizarro.
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