Desde que asumió la Presidencia
de la República el profesor Pedro Castillo Terrones, el último 28 de Julio, se
dio inicio a una campaña feroz de desprestigio por parte de la oposición
liderada por Keiko Fujimori Higushi, una campaña demoledora que contó con la
complicidad de casi todos los medios de comunicación que vienen operando
actualmente en nuestro país, indicándose entre otros infundios que hubo fraude
durante las últimas elecciones generales para lo cual se constituyó una
comitiva que acudió a la OEA en
busca de un pronunciamiento desfavorable al proceso eleccionario que se llevó a
cabo en Perú, de igual forma, la Presidenta del Congreso María del Carmen Alva
Prieto viajó a España para solicitar a un grupo de Diputados Españoles que
igualmente emitieran un pronunciamiento desfavorable al proceso electoral que
culminó en Abril pasado, y de ser posible, un pronunciamiento de
desconocimiento del gobierno de Pedro Castillo Terrones.
Por otro lado, en el Congreso de
la República se inició un proceso permanente de obstrucción al gobierno de
Pedro Castillo Terrones para lo cual se presentaron diversas mociones de
interpelación a diversos Ministros de Estado y también se iniciaron diversas
investigaciones a varias personas del círculo más cercano del Presidente, donde
también resultó ser comprendido en una investigación el primer mandatario,
fundamentalmente por haber estado despachando en una casa particular donde
inicialmente vivió por espacio de varias semanas.
En cuanto al Poder Ejecutivo, la performance política y de gestión no viene siendo del todo alentadora ni promisoria por lo mismo que cuenta en su gabinete con varios ministros que tienen serios cuestionamientos que han puesto en duda las mejoras necesarias en los sectores de Salud, Transportes, entre otros sectores, y por supuesto, el accionar del Jefe de Estado de igual forma ha generado muchas dudas e interrogantes desde que asumió la Presidencia. En los últimos días, la polarización ha llegado al límite con amenazas de todo tipo y materializaciones de denuncias constitucionales contra el Jefe de Estado y también contra la titular del Congreso de la República, denuncias que podrían tener sustento en algunos casos y que necesariamente pondrían en cuestión la permanencia en el cargo de los comprendidos, sin embargo, el día de ayer los pronunciamientos y declaraciones tanto de la titular del Congreso, como del Presidente del Consejo de Ministros nos han dejado con un mal sabor, ya que expresaron nula agresión y cero confrontación, para quienes amamos y defendemos la democracia, se podría decir, que las aguas se empiezan a calmar en pro de la gobernabilidad, no obstante, el aumento considerable de presupuesto que han tenido los sectores de salud y otros debido en gran parte a la Pandemia, nos hacen dudar si esa colorida “reconciliación” que se selló con un abrazo entre el parlamentario Waldemar Cerrón Rojas y la titular del Congreso, María del Carmen Alva Prieto no hace más que confirmar que aquí no todo es claro ni transparente, igual sospecha se generó hace varias semanas cuando luego de días de polémica y discusión, el Congresista Guido Bellido Ugarte y María del Carmen Alva Prieto, quien fue sujeto de un pedido de censura, también terminaron abrazándose. Algunos podrán decirme de que se trata de gestos políticos que reflejan madurez y tolerancia en la clase política peruana, yo digo que se trata de gestos políticos que ponen de manifiesto los acuerdos que se vienen teniendo en cuanto al manejo del presupuesto en algunas de las carteras ministeriales, especialmente en la cartera de Salud, donde curiosamente hace días fue retirado su anterior titular, el Dr. Hernando Cevallos Flores, quien ciertamente lo venía haciendo muy bien, teniendo avances significativos sobre todo en el programa de vacunación contra la covid.
El día 08 de Marzo, el gabinete
ministerial presidido por el Dr. Aníbal Torres Vásquez acudirá a solicitar al
Congreso de la República a sustentar las políticas de gobierno y a la vez
solicitar el voto de confianza, con toda seguridad presenciaremos discusiones,
observaciones y talvez una que otra confrontación altisonante, pero ya sabemos
que al final, el gabinete Torres obtendrá el voto de confianza requerido y no
precisamente por la exposición impecable de la política de gobierno, sino
porque como vengo señalando en líneas anteriores, ya todo se encontraría
“conversado” entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.
En medio de todos estos vaivenes
y discusiones políticas que lejos de contribuir a la estabilidad y
gobernabilidad, terminaron por generar
mayor incertidumbre y polarización en la población, se encuentran los
ciudadanos peruanos quienes poco a poco se van dando cuenta del accionar poco
transparente de sus representantes y que ya empiezan a organizarse para salir
con toda razón a las calles para exigir que no sólo se cierre el Congreso, sino
que se realicen nuevas elecciones y no porque haya existido fraude en el último
proceso electoral, sino porque las actuales autoridades no terminan de generar
la confianza necesaria como para esperar que la situación mejore
sustantivamente, fundamentalmente, para los sectores económicos menos
favorecidos de nuestro país.
Ricardo
Rivas Pizarro
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