Abordar el tema del Covid 19 se
ha vuelto ineludible por cuanto nos afecta a todos, así como a todas las
actividades humanas, el tema por supuesto puede ser abordado desde diferentes
perspectivas, evidentemente nosotros, sólo hacemos una reflexión sociológica
respecto al tópico que nos viene generando temor e incertidumbre desde hace meses.
Desde que se informó de la
existencia de una Pandemia por parte de la OMS, las familias en el mundo
tuvieron que iniciar un proceso de tránsito y viaje intramuros, situación por
cierta, nueva en muchos sentidos por lo mismo que las familias y sus miembros
en el mundo actual están habituados a vivir la mayor parte del día fuera de
casa, ya sea estudiando, trabajando o sencillamente socializando.
Y es que por su propia
naturaleza, el hombre está llamado a socializar y a comunicarse permanentemente
empleando los diversos códigos comunicacionales que la ciencia y las costumbres
han instituido, es decir, no sólo emplean el lenguaje verbal u oral, sino
también, el lenguaje gestual y corporal para comunicarse con sus
interlocutores. Sin embargo, esta Pandemia ha generado que las personas
renuncien, al menos temporalmente a darse la mano, abrazarse o expresar gestos
de afecto y cercanía con el otro, por temor a contribuir a que el número de
contagiados se incremente vertiginosamente.
A pesar de todas las medidas que
están tomando las autoridades en los diversos países del mundo, los números de
infectados por día como consecuencia de los exámenes a los que son sometidas
las personas, no son nada alentadores por cuanto las cifras van en un aumento
exponencial en muchos casos, lo que hace avizorar un panorama más dramático
aún, y es que no sólo se incrementa el número de casos, sino, que también se
incrementa el número de hospitalizados y sobretodo, de quienes requieren ser
internados en una unidad de cuidados intensivos (UCI), en los que por supuesto,
la presencia de los respiradores artificiales son más que necesarios para
mantener con vida a los pacientes. De igual forma, sería imperdonable no
mencionar al personal de salud que se encuentra permanentemente enfrentando a
este virus en las personas que fueron contagiadas, las mismas que llegan cada
día a los centros hospitalarios, clínicas y centros de salud de todas las
ciudades del mundo.
Los sistemas de salud de todos
los países que se han visto afectados por el coronavirus, han colapsado con la
única excepción de China, que tuvo que implementar diversas medidas en el
camino a efectos de evitar que el número de contagiados se desborde y se haga
inmanejable la atención para los infectados, y es precisamente de este país, de
donde se recogen las estrategias y metodologías de atención para las personas
que resultan infectadas por este virus, pero no podemos desconocer que
cualquier país del mundo no cuenta con los recursos económicos, técnicos o
humanos, con los que cuenta China, por esta razón, lo que se busca es acopiar
la mayor información necesaria respecto a lo que en China se viene haciendo
para mitigar, atender y recuperar a quienes resulten infectados.
En estos días no es extraño
observar las calles de las ciudades casi vacías o vacías como si se tratasen de
ciudades fantasmas, ello debido a que sus poblaciones en la mayoría de los
casos, se encuentran recluidas en sus hogares, evitando por todos los medios de
salir de sus casas por temor a ser contagiados por alguna persona que se
encuentre caminado o transitando por las calles, a quien como es obvio, tengan
que saludar o socializar por diferentes motivos.
Las relaciones sociales en el
mundo se han visto alteradas de una forma agresiva y hasta cierto punto
traumática con la finalidad de disminuir la cantidad de personas infectadas, es
así, que se prohibió los saludos con las manos, abrazos o besos por lo mismo
que son expresiones que requieren del acercamiento de las personas, y por el
contrario se dispuso en muchos casos, el aislamiento social obligatorio y la
cuarentena obligatoria para evitar que las personas transiten por las vías
públicas o por espacios abiertos que pueden servir para concentraciones o aglomeraciones
de personas. Situaciones, que por cierto no están resultando fáciles de
entender y asimilar por parte de las personas, que se encuentran habituadas a
salir por diferentes motivos, socializar y por supuesto prodigarse muestras de
afecto y cercanía recíproca con otras personas.
De acuerdo al último reporte
brindado por el Ministerio de Salud, al día de hoy tenemos 2,281 personas
infectadas y 83 personas fallecidas como consecuencia del Covid 19 en su
organismo, las cifras de los países vecinos están en esos rangos, sólo Ecuador
ha tenido un incremento más que vertiginoso, esperemos que las diferentes
medidas que se vienen adoptando en los diversos países del mundo empiecen a dar
buenos resultados en un periodo prudencial, pero también es necesario analizar
ampliamente la enorme afectación económica que sin duda se viene dando por lo
mismo que los sistemas y aparatos productivos se encuentran detenidos precisamente
para evitar que las personas se encuentren y/o agrupen como solían hacerlo para
el desarrollo de sus diferentes actividades productivas. Es así, que se darán
inicio a diferentes operaciones y reuniones que requerirán del concurso de
todos los expertos y renombrados economistas que tendrán que hacer su mejor
esfuerzo para hallar fórmulas que permitan revertir la enorme recesión
económica que sin duda alguna, tendremos luego de contener y revertir el avance
de la Pandemia.
Ricardo Rivas Pizarro.
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