En los últimos años, el Perú ha
venido recibiendo a miles de migrantes venezolanos que llegaron al país en
búsqueda de una nueva oportunidad de realización para ellos y también, para
conseguir recursos económicos que les permitan ayudar a sus familiares que por
diversos motivos tuvieron que quedarse en Venezuela. Sin embargo, la llegada
masiva de los migrantes venezolanos empezó a generar cierto malestar en parte
de la población peruana, que los percibe como los causantes de los problemas
más álgidos que aquejan a nuestro país, lo que de ninguna manera, se condice
con la realidad, ya que los diversos problemas que en la actualidad tiene la
población peruana no es sino, el resultado de una precariedad presupuestal y
programática por parte de quienes vienen gobernándonos, siendo así, la
migración venezolana o de cualquier otra procedencia, tendría que ser analizada
en dos frentes, para evitar el predominio de los prejuicios o la indebida
asignación de responsabilidades:
GENERACIÓN DE PROBLEMAS.- Que como vuelvo a decir, no son el
resultado directo de la llegada de migrantes, sino, de la desatención o deficiente
distribución del gasto público que lamentablemente genera otro tipo de
problemas asociados al mismo, así, cuando distribuimos el gasto público sin una
previa planificación y evaluación de necesidades prioritarias que tienen que
ser satisfechas en nuestra población, contribuimos a la reducción del empleo,
generación de subempleo, desarrollo de la delincuencia, estancamiento de la
inversión entre otros problemas, que como iremos observando no son
responsabilidad de los migrantes, sino, de gran parte de los funcionarios de
primer nivel a cargo de la cosa pública en nuestro país.
CONSTRUCCIÓN DE OPORTUNIDADES.- Soy de los que piensan que la
llegada de migrantes a nuestro país, debe generar una diversidad de
oportunidades que deberían ser aprovechadas por el aparato estatal: en salud,
educación, desarrollo sostenible, promoción de proyectos de inversión,
población y aprovechamiento de territorios despoblados pero provistos de
diferente tipo de recursos que al ser aprovechados terminarán beneficiando no
sólo a quienes hagan uso directo de esos recursos, sino a la caja del gobierno
central a través de la captación de impuestos, que a su vez, terminarían siendo
invertidos en las propias necesidades de nuestra población, dicho en otros
términos, si la migración es debidamente aprovechada, lo que haremos, es
dinamizar saludablemente, la economía nacional.
Sin duda alguna, alguno de los
que suele leer nuestros artículos, me cuestionará que también, las migraciones
posibilitan la llegada de muchas personas con antecedentes penales y
policiales, en donde, a través de los filtros adecuados y con un trabajo
coordinado con las autoridades de INTERPOL, será posible identificarlos y
expulsarlos a la brevedad posible ya que tampoco debemos asumir los pasivos,
(prontuariados y requisitoriados,) de este fenómeno migratorio. Lo que sí debo
resaltar como ciudadano peruano y ciudadano del mundo, es que veo con mucha
preocupación y molestia, la indiferencia de muchos compatriotas cuando ven por
las calles a jóvenes parejas de venezolanos con niños en los brazos que sólo
piden algo de ayuda y asistencia para poder alimentarse y alimentar a sus
pequeños, y sólo terminan obteniendo el rechazo o la indiferencia de quienes
transitan por la vía pública.
Ricardo Rivas Pizarro.
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